Sapiencia
Pues teniendo la mente en la mayoría de los casos, como se ve en la experiencia, el poder de suspender la ejecución y satisfacción de alguno de sus deseos, y así de todos, uno tras otro, es libre de considerar los objetos de éstos, examinarlos por todos los lados, compararlos con otros. En esto reside la libertad que tiene el hombre; y por no usar su derecho viene toda la variedad de errores, equivocaciones y faltas en las que incurrimos en la conducción de nuestra vida y en nuestros esfuerzos por procurarnos la felicidad; y así precipitamos la determinación de nuestra voluntad y nos comprometemos demasiado pronto, antes del debido examen. Para evitar esto, tenemos el poder de suspender la prosecución de ese o aquel deseo (...). Durante la suspensión del deseo, tenemos la oportunidad de examinar, considerar y juzgar lo bueno y lo malo de lo que haremos; y cuando, basándonos en el debido examen, juzgamos que hemos cumplido con nuestro deber y hecho todo lo que podíamos o debíamos hacer en prosecución de la felicidad; y no es una falta sino una perfección de nuestra naturaleza desear, poder y actuar de acuerdo con el último resultado de un análisis justo.
John Locke