Tu risa

Quítame el pan si quieres
quítame el aire, pero 
 no me quites tu risa. 
Amor mío, en la hora
más oscura desgrana 
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha 
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos 
como una espalda fresca. 
Ríe de la noche
del día, de la luna, 
ríete de las calles 
torcidas de la isla,
ríete del torpe
muchacho que te quiere, 
pero cuando yo abro 
los ojos y los cierro,  
cuando mis pasos van,  
cuando vuelen mis pasos, 
niégame el pan, el aire, 
la luz, la primavera,  
pero tu risa nunca 
porque me moriría.
Pablo Neruda