Madurar el yo

En el proceso de maduración
el yo averigua 
que es indispensable renunciar 
a la satisfacción inmediata. 
Diferir la consecución del placer, 
soportar determinados dolores 
y renunciar, en general, 
a ciertas fuentes de placer. 
El paso del principio de placer 
al principio de realidad 
constituye uno de los programas 
más importantes del desarrollo del yo.
Sigmud Freud