Estaba tan harto de los demás...
que a base de náuseas, se dio cuenta de que, en realidad, estaba demasiado harto de si mismo.
Así que, de puro hartazgo, empezó a ayunar de si.
Y depuró y depuró...
Y se encontró, detrás de la náusea, en medio del vacío.
Fue entonces cuando se dio cuenta que su yo era un nosotros.
Y que el vacío estaba lleno.
Entonces, se encontró con los demás, pleno, que no harto.
En paz.
Alex Rovira