1.- Tendencia a pensar y actuar espontáneamente, más bien que a partir de miedos basados en experiencias pasadas.
2.- Una inconfundible capacidad para disfrutar de cada momento.
3.- Pérdida del interés en juzgarse a sí mismo.
4.- Pérdida del interés en juzgar a otras personas.
5.- Pérdida del interés en lo conflictivo.
6.- Pérdida del interés en interpretar las acciones de otras personas.
7.- Pérdida de la capacidad de preocuparse (este es un síntoma muy grave).
8.- Intensos y frecuentes episodios de agradecimiento.
9.- Sentimientos de satisfacción por estar conectado con los otros y con la naturaleza.
10.- Frecuentes e irreprimibles deseos de sonreir con los ojos del corazón.
11.- Susceptibilidad creciente al amor emitido por los otros, acompañada de una necesidad incontrolable de emitirlo.
12.- Tendencia creciente a dejar que las cosas sucedan en vez de empeñarse en que sucedan.
Si has respondido que sí a cinco o más de ellos, probablemente se te considere un bicho raro: eres feliz. Una sugerencia: mantén esta enfermedad bien anclada en tu alma, aunque los demás digan que estás loco.
Los síntomas han sido extraídos del libro ‘Paz, amor y autocuracón’ del Dr. Bernie S Siegel. Página 255 (edición de bolsillo). Editorial Urano. Un libro imprescindible