Oda a la música


Susurro silencioso y celestial.
Liberación del alma de ese cuerpo
que cuando te oye escapa de nosotros,
dejándonos placer en nuestro pecho. 
Dulce lluvia salvaje de sonido.
Río fiero que hieres a la piedra.
Pequeñísima llama de apagado
azul y fuerte rojo por la leña
Lira que por el viento eres rasgada.
Violín que nos repartes tu armonía.
Partitura que, llena toda entera
de insipiración, de mundo y poesía, 
nos anegas la vida de belleza
Música celestial, rosa más pura
sacada del Jardín del Paraíso
y enteramente llena de hermosura

Dilecte amic!! clar, no podía ser d'altre manera...connexió a través de la música...no hi hauria vida sense ella..