"Que el esposo dé a [su] esposa lo que le es debido; pero que la esposa haga lo mismo también a [su] esposo. La esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; así mismo, también, el esposo no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa. No se priven [de ello] el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo señalado..."
Pablo de Tarso en 1 Corintios 7: 3-5a